lunes, enero 22, 2007

Publican el libro 'Popayán, 470 años de historia y patrimonio'


EL TIEMPO.
Enero 21 de 2007

Publican el libro 'Popayán, 470 años de historia y patrimonio'

Es el segundo libro editado por LetrArte Ediciones sobre distintos lugares y ciudades colombianas.

Contiene toda la historia de la capital del Cauca; la de sus personajes más célebres como el científico Francisco José de Caldas y los militares y políticos Tomás Cipriano de Mosquera y José Hilario López, así como los acontecimientos que le han dado la fama de ser una ciudad culta por excelencia.

Abre el volumen el texto 'La ciudad coronada de gloria y nieve', escrito por Belisario Betancur. Otros reconocidos historiadores resumen para el lector interesantes aspectos de la ciudad, que a lo largo de la historia han estado en boca de todos.

Los editores María Soledad Reyna y Alberto Escovar dividieron el libro en dos partes, una que describe los más importantes aspectos históricos, y otra que ilustra tanto la riqueza de su actividad cotidiana y oficios tradicionales como los personajes que vivieron y habitan esta ciudad.

En la sección dedicada al patrimonio, los editores han hecho énfasis en su arquitectura con un texto sobre las casas de hacienda y su patrimonio religioso.

Popayán es una ciudad que desde su fundación, por el conquistador Sebastián de Belalcázar, en 1537, ha jugado un papel importante en la historia política y cultural del país.

MARÍA CRISTINA PIGNALOSA
REDACTORA DE EL TIEMPO

domingo, enero 21, 2007

CAUCA, TERRITORIO DE CULTURAS




DARIO MORENO ARTEAGA

Cauca, territorio de culturas



Al menos en lo que a mi respecta no existe otro territorio mas agradable para vivir como el departamento del Cauca.

Épocas como las de vacaciones, son para quienes tenemos el placer de tenerlas y sobre todo de disfrutarlas, periodos que nos sirven para evocar desde la distancia, la grandeza de nuestro territorio. Nada mejor que conocer otros espacios geográficos, para darnos cuenta de las cosas buenas que aquí tenemos. Nada que envidiarle a los más reconocidos sitios turísticos colombianos. Lo único sería, como lo mencioné en otra oportunidad, es la falta de una oficina de turismo, tanto del departamento como de la misma Popayán.

Esa diversidad territorial que se complementa con la diversidad cultural, es un factor que aquí no lo hemos sabido utilizar o explotar de manera adecuada. Lo que si se ha hecho, es tener ello como un caballito de batalla de determinados grupos sociales y políticos para justificar la exclusión que hacen de otros. El Cauca, territorio de culturas, es un tema que se debe tener en cuenta, pero para ser utilizado en bien de todos los habitantes, donde indios, mulatos, negros, mestizos, sin importar su condición social, donde todos seamos de verdad “hijos de la misma tierra”, tal como lo pregonó, para nuestro himno, el maestro Gustavo Wilches Chaux.

La próxima coyuntura electoral, debe tener como centro que somos un territorio de culturas. Aquí como en muy pocos territorios, encontramos tanta diversidad social. Así se debe tener en cuenta por quienes aspiren a dirigirlo. Al Cauca no se le debe seguir aprovechando de manera negativa su diversidad, la misma por la cual nos acostumbraron o nos moldearon para no trabajar como región caucana, donde sus dirigentes, durante mucho tiempo trataron de dividir cada vez más al departamento, en zonas. Durante mucho tiempo se nos hizo creer por ejemplo que éramos de mejor raza que los aborígenes, los negros o los del sur o los del norte, etc. Esta es incluso la principal causa de esa desintegración regional que hoy todavía se tiene.

El Cauca tiene todo un potencial humano. En todas sus zonas, la clase dirigente se especializó en generar como única fuente de trabajo, la burocracia gubernamental, motivo por el cual pocas zonas del Cauca tiene avances industriales y mucho menos laborales. Por ello los amigos del sur, siguen orientados con gran fuerza hacia Nariño, los del Oriente con el Huila, la parte norte con el Valle y que decir de la zona de la costa. Que vergüenza, pero muchos caucanos ya se olvidaron o nunca se han enterado que tenemos costa propia con el océano Pacífico. Por eso es este un departamento, que aquello de la competitividad todavía está en veremos. Este territorio de culturas sigue sin aprovechar su talento humano.

LA RUMBA IN-SANA DE POPAYÁN




Ruth Cepeda Vargas

¿Qué pasa en ‘Catay’?



Catay era el nombre de la China en la Edad Media. Y Catay se llama el libro de poemas chinos que Guillermo Valencia tradujo del francés al español. Catay se denomina en Popayán a uno de los Centros Comerciales que funcionan al norte de la ciudad y que hoy por hoy se ha convertido en el rumbeadero de los adolescentes los fines de semana. Cuando a los muchachos les cierran en la madrugada las discotecas o bares, ellos se asilan en Catay o en la Papal o en Carulla o en algún otro sitio en donde puedan continuar la rumba. Y cuando ya el sol ilumina totalmente el paisaje los rumberos abandonan estos lugares para ir a dormir plácidamente su “rasca”, mientras los padres de familia les preparan el desayuno con su respectivo jugo de naranja a fin de que los jóvenes concilien el sueño y de pronto no se vayan a desvelar por el cansancio que les ha podido producir el inmisericorde bailoteo.

Este es el programa que se repite y se repite viernes y sábado. Esta juventud ignora por completo a los vecinos de este lugar. Vecinos que tienen que soportar las peleas, el desorden, la música a todo volumen, los gritos, susurros, ayes y demás acompañamiento de sonidos guturales que este placer de bailar produce. No hay la menor autoridad que vigile o ponga término a estos “festejos” semanales. Ellos son los dueños de su programa y no importa que los “cuchos” que moran cerca de estos “regocijos” se desvelen porque la juventud es para gozarla y punto. Ellos, los dueños de la vida, tienen sus programas y han elegido esos sitios geográficos en donde pueden permanecer el tiempo que deseen sin tener que pagar un centavo. Y además les venden todo el trago y demás “aperitivos...” que se precisan para que su juventud no se frustre. Mientras tanto los papis duermen plácidamente. Felices, porque es necesario para la salud mental y física que sus hijitos se diviertan, no importa lo que pase pues Dios y la buena suerte los acompañan. De pronto se atreven a hacer “el oso” llamándolos, tímidamente, por el celular para saber si aún respiran. A veces no responden. “Mija, la niña no contesta” “Tranquilo, mijo, que debe estar en “buzón” o bailando y este ejercicio demanda de mucha ocupación y concentración.”

Este sitio no fue diseñado para esta clase de jolgorios y como es natural allí no hay baños públicos y ya ustedes pueden imaginar el lamentable estado que presentan corredores y vitrinas al amanecer... Yo he visto a los dueños de estos locales haciendo el aseo después de una noche de farra. Es necesario y justo que las autoridades se hagan sentir. Estos almacenes pagan impuestos y arriendo y precisan de paz y de seguridad para sus negocios. Los vecinos de esta “gozadera” tienen todo el derecho a pedir respeto a su descanso. Yo no sé hasta qué punto la autoridad de los padres aún exista. Pero lo que sí es cierto es que las noches no pueden transformarse en días, ni viceversa. Vivimos en un mundo que todos debemos compartir y acatar.

viernes, enero 19, 2007

Las ciudades y la nueva peste




Jorge Muñoz Fernández

Las ciudades y la nueva peste



Las ciudades en teoría son el símbolo de relaciones sociales armónicas, puntos de concentración de la cultura transformadora de las comunidades.

Su nacimiento histórico: un templo, guarnición militar, plaza de mercado, pasillo de gobierno, casa de la justicia, instituciones de enseñanza y, a veces, campos de recreación popular.

Teóricamente en las ciudades los bienes de la civilización se multiplican, y la experiencia se transforma en conocimiento renovado. Opción de actividades laborales. Aguas que apagan la sed. Graneros y cosechas para los tiempos de guerra o de crisis. Espacios que suponen patrones de conducta solidarios; orden, seguridad, salud y bienestar.

Inmensos abismos económicos las han convertido en sitios inviables en la mayoría de naciones del planeta. Acosadas por la inmigración, iraquizadas por el miedo, el crimen, el terrorismo, la pobreza, el secuestro o la muerte, se trocaron en colectivos de zozobra.

Giran en torno a sus leyendas mentiras urbanas, como la inverosímil clasificación de “ciudades intermedias”, en cuyo imaginario social generaciones tras generaciones juegan candorosamente a construir las grandes comarcas del futuro, en abierto desafió a las metrópolis.

La idílica ciudad del pasado fue una fantástica quimera. Nunca pudo fundarse. Pocas aún conservan ambientes de tolerancia, bienandanza y sosiego. Los espacios urbanos contemporáneos se trocaron en escenarios violentos. Los efectos perversos de la economía global hablan por si solos: raudales migratorios, déficit democrático y abismos digitales. Sociedades del caos, del desorden y el crimen.

Albert Cami, el soberbio escritor argelino ha regresado y se encuentra al lado de las víctimas, condenando el absurdo de la injusticia y la miseria. Apenas está escribiendo la primera página de su magistral obra “La Peste”.

Con agudo sarcasmo expresa para quienes aún dudan del mercado libre, la nueva plaga que invade las ciudades: “El modo de conocer una ciudad es averiguar como se trabaja en ella, como se ama y como se muere”, y sin embargo, pese al horror, la tragedia y el miedo que inunda las calles de Oran, que acaban con las vidas e ilusiones de cientos de inocentes, nos invita a terminar con el horror, a creer en la solidaridad, para que llegue el día “en que para desgracia y enseñanza de los hombres, despierte a sus ratas y las mande a morir a una ciudad dichosa”, no importa que la irracionalidad regrese, “porque el bacilo de la peste no muere ni se va definitivamente”.

jueves, enero 18, 2007




Horacio Dorado Gómez

Popayán sonora ciudad



Popayán altar de la patria, sonora ciudad, en donde se hallan enclavadas lápidas que honran la memoria de quienes emplearon sus vidas al servicio de la patria.

De aquellos que de manera protectora sobresalieron del nivel común para dar lustre y nombre al suelo nativo. Por doquier hay placas con inscripciones de grandes servidores de la república: la milicia, el foro, la tribuna, la cátedra divina, y la poesía. “Nombres de hijos de este suelo y de algunos de ellos cuya fama traspasó los mares cuya gloria es patrimonio, no ya de un pueblo sino de una raza”.

Al pasear la vista por todos esos sitios nuestro fisgoneo ávido de secretos y atento a los detalles me ha servido para dar un bosquejo del carácter muy diferente al que muestra el corazón de la ciudad donde dejamos un poquito de nuestros sentimientos.

A esta ciudad colmada de títulos, ya no se sabemos ni como llamarla de tantos nombres que nuestra rica lengua la hizo extensa: “Ciudad de Pubenza la india del romance; de Belalcázar el sin par fundador; de Caldas el sabio mártir; de Torres el jurista de la independencia; de José Hilario López el justo libertador; de Valencia el altísimo poeta; la Culta de Otto Morales Bení­tez “.

Es ella, la ciudad, con nombre de cacique de indios: Popayán. En donde el concepto de aristocracia colonial se guarda en las suaves ondulaciones y entre las lomas que la coronan al oriente. Señalándola desde un cerro tutelar se levanta la estatua del conquistador y fundador de Popayán que trae el nombre de Sebas­tián de Belalcázar.

Entre sus primitivas diez y seis calles y quince transversales, estrechas y rectas que una de ellas es llamada del ´Cacho´ por faltar a esta regla, guardaron por largos años en sus rincones los símbolos de la historia y de su alma. Popayán fue la ciudad para los aforismos, para los poetas, y continúa siendo la ciudad para el estudio. Ciudad colonial, no sólo por cuanto significa en el sentido histó­rico, sino también por el sentido filosófico de ese adjetivo. Al cumplir 470 años, Popayán goza de nue­vas virtudes que la hacen digna de otros tantos títulos: Ciudad turística, Jerusalén de América, ciu­dad universitaria y del conocimiento, ciudad gastronómica, ciudad blanca, ciudad de paciente arquitectura.

Civilidad: Preservar la legendaria ciudad

domingo, enero 14, 2007

LA TORRE DEL RELOJ, SIMBOLO DE POPAYAN


Monumento singular que obliga a evocar a la capital caucana

La Torre del Reloj, corazón de Popayán
EL LIBERAL, ENERO 14 DE 2007



Aún recuerdo claramente las tardes de verano en que Álvaro Pío Valencia, siempre extasiado, contemplaba maravillado desde los balcones de la Casa Museo Valencia, o en las afueras de la misma, los espectaculares atardeceres en Popayán.

Era el ‘sol de los venados’ como el mismo lo llamaba, que colmaba de nubecitas rosadas o arreboles el firmamento, regalándole una belleza inusitada a una ciudad de por sí hermosa, que a esa hora, poco después de las 5:00 de la tarde, empezaba a prepararse para dormir. Para él esa era una remembranza obligada al pensar en su ciudad.

Y es que nunca será lo mismo andar y desandar a Popayán -al menos en su centro histórico- durante el día.

De noche la ciudad adquiere la calma para transitarla y los faroles encendidos perfectamente alineados, destacan sus formas perfectas teñidas en su mayoría de blanco.

Esa es la Popayán que se evoca estando lejos y que no deja de disfrutarse cuando se vive en ella, a pesar de todas las falencias que sin duda tiene y quizá por eso mismo. Esa misma tierra de las empanadas y tamales de pipián, acompañados de aloja o champús, que alimenta el exigente paladar de los caucanos y agrada a quienes apenas se sorprenden con los particulares pasabocas.

Popayán evoca nostalgias en las viejas y nuevas generaciones, residentes en ella, o ajenas a la vida de la capital caucana ya hace mucho. Y es que la ciudad es en si misma cuna de nostalgias pasadas y presentes.

Pero ¿qué es lo que consideran los payaneses, que hoy, 470 años después de fundada, remite sin lugar a equivocación a propios y extraños a Popayán?

Para Álvaro Grijalba Gómez, reconocido líder político de la capital caucana y un enamorado de Popayán, la Torre del Reloj, o la ‘nariz de Popayán’ como la llaman los raizales como gesto de cariño y cercanía con la misma, es desde el punto de vista arquitectónico, emblema indiscutible de la ciudad. “La Torre del Reloj es para esta ciudad lo que el ‘corralito de piedra es a Cartagena, lo que la Torre de Pissa es a esta localidad italiana”, indicó.

Visión esta que comparten los representantes a la Cámara Jesús Ignacio García Valencia y Crisanto Pisso Mazabuel y el caricaturista Julián Andrés Rivera.

Creativo payanés este último, que dió vida en sus caricaturas a la Torre, convirtiéndola en un payanés más, preocupado e involucrado de manera permanente con el devenir de la ciudad.

Pero yendo un poco más allá, tanto Grijalba como Pisso afirman, remite igualmente a la ciudad la imaginería propia de la Semana Santa entre los colombianos y los turistas extranjeros.

“Uno oye hablar de Popayán fuera del país y siempre hay una alusión a la Semana Santa”, recordó Gloria Cepeda, escritora y columnista de El Liberal.

Sin embargo cuando su vida estaba en Venezuela, nada traía a su corazón más nostalgia por su tierra que las empanadas de pipián y el champús. “Es que yo soy una golosa”, confesó divertida.

Para su hermana Ruth Cepeda, también columnista de este diario, al igual que para Diego Guzmán, Gerente del Aero­puerto Guiller­mo León Valencia, el Centro Histórico en su conjunto, por su belleza arquitectónica y su valor histórico, es representativo de Popayán, no sólo para los payaneses, también para los colombianos.

Y es que aunque hoy la ciudad es percibida de manera diferente por las nuevas generaciones, que se apropian de ella de diversas maneras, siempre hay un punto común de acuerdo cuando se habla de lo que identifica y es emblema de la ciudad, la arquitectura del sector histórico y las tradicionales y reconocidas procesiones de Semana Santa.

LOS CABALLOS YLAS FIESTAS DE PUBENZA



El caballo Criollo Colombiano
Patrimonio Cultural
Por Álvaro Jesús Urbano Rojas.


Las festividades de principio de año fueron engalanadas con cabalgatas con magníficos ejemplares montados por chalanes y amazonas a la usanza. Bellas bestias de paso elegante, algunas deslucidas pues no se sabia cual era más bestia, si el animal o el borracho que llevaba encima.
De los 13.425 criaderos registrados ante Fedequinas, 270 están en el Cauca. Sólo en Popayán hay doce pesebreras que albergan a más de 550 equinos y en el Departamento hay más de 1300 estabulados. La entidad encargada de llevar los registros es la Asociación de Criadores de caballos del Cauca “Asdecca”. Esta industria ocupa a cientos de profesionales como: veterinarios, criadores, jueces, locutores, directores técnicos, montadores, escuelas de chalanería, montadores, palafreneros, administradores, obreros, herreros, cortadores de pasto y ayudantes. En Popayán la actividad equina genera más 400 empleos directos y supera los 650 indirectos, contando: camioneros, talabarteros, empleados de almacenes agropecuarios, fabricantes concentrados de alimentos, restaurantes, músicos y activa la ocupación hotelera cuando se programan eventos feriales y festivales. En el país se realizan anualmente 50 ferias equinas y 550 cabalgatas..
El Cauca han aportado a la raza del Caballo Criollo Colombiano, genes de gran calidad con ejemplares criados por el insigne criador MILO SARRIA, descendientes de sus dos mejores ejemplares Plebeyo de la Estancia y Tito Libio de la Estancia. En Estados Unido y en Colombia, los mejores caballos de paso fino como: el 222, clásico de plebeyo, Electra del Secreto, Éxtasis, Magistrado de la Vitrina, Talismán del Clásico, tienen sangre caucana.
Bien montados vi en la cabalgata de las fiestas de Pubenza, al Senador Jesús Ignacio García Valencia y la candidata a la Alcaldía Deyfan Silva Meneses, aficionados a una actividad que en Colombia tiene ancestro raizal, dado nuestro innegable arraigo campesino. En el mundo, Colombia es reconocida por sus bondades en el área equina, pues cuenta con expertos en reproducción, crianza y manejo. Nuestro caballo es admirado y deseado por gentes de todas partes; lo que le da a este mercado una gran proyección comercial que hasta ahora no ha sido explotada a cabalidad ni de forma sistematizada.
El país recibe con beneplácito la aprobación en primer debate del proyecto de Ley que busca declarar patrimonio cultural de la Nación al caballo criollo colombiano en sus cuatro andares: paso fino, trote y galope, trocha pura y trocha y galope, radicado en la comisión Segunda por el senador Álvaro Araujo Castro. La ponencia, realizada por el senador Manuel Enríquez Rosero, fue favorable y sustentada en la manera cómo la exportación de dicha raza ha influido en el desarrollo económico del país; además, el éxito y posicionamiento que tiene el caballo criollo colombiano de paso a nivel nacional, supone una legislación para evitar la usurpación de la raza, después del largo trabajo de perfeccionamiento, es necesario salvaguardarla a través de una política que continúe con estos objetivos y comprometa aún más al sector público, fomentando el desarrollo y la continua evolución de la Raza Caballo Criollo Colombiano”.. (Judar59@hotmail.com )

ANALISIS CARNAVALES: EL AGUA Y LAS FIESTAS EN POPAYÁN


¿Qué es el agua?
RUTH CEPEDA VARGAS

“El agua será en el siglo 21 lo que fue el petróleo en el siglo 20: una valiosa mercancía que determinará la riqueza de las naciones.”

Lo primero que se busca para saber si hay o hubo vida en otros planetas es si en ellos existen rastros de agua y de oxígeno. El agua es la sustancia más asombrosa de la Tierra. Todos sabemos que ella aún ocupa, con dificultad, las tres cuartas partes de la superficie terrestre. Cerca de un quinto de la tierra firme está o estaba cubierta de agua sólida o sea de hielo y de nieve. Y más de la mitad de este universo lo cubren las nubes que están formadas de vapores y diminutas gotas de agua. Además el 71 por ciento de nuestro cuerpo está compuesto de agua. Y podemos gozarla en estado sólido, líquido y gaseoso. La naturaleza nos regaló con ella ese milagro que nadie cuida y que todos desperdiciamos, mientras hoy mil millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable. En marzo del año pasado la ONU contó en México la amenaza de la más cruel hambruna que los países del “Cuerno de Africa”: Kenia, Somalia y Etiopía deben sufrir por la total sequía de estos territorios. La ONU fustiga la indiferencia humana ante este horror. La falta de agua provoca más muertos que las guerras: cerca de 8 millones de seres perecen cada año. Todos los días 4.500 niños desaparecen por enfermedades derivadas por agua insalubre. Y 2.600 millones carecen de instalaciones básicas de saneamiento. Un tercio del globo se vuelve desierto. Nueve de cada diez catástrofes naturales surgen por problemas de agua. Desafortuna­damente la repartición de este líquido golpea a los más pobres del mundo. Mientras un europeo desperdicia cerca de cien litros diarios de agua, miles de familias africanas solo cuentan con 20 litros para sus necesidades primarias.

No hay, no existe en Colombia una educación para nuestros niños y nuestros mayores que los alerte y los haga reaccionar a fin de que sus descendientes logren tener agua en un futuro. Muchos dicen que todo esto es “puro cuento” y que podemos entonces darnos el lujo de desperdiciarla el 5 y 6 de enero en inútiles juegos y en borracheras que no tienen ningún sentido. ¿Por qué las personas que conforman la Junta de Fiestas de Pubenza no lideran estas “batallas” sin que la ciudad sufra estos criminales desperdicios? Estamos a tiempo. Se pueden realizar todos los jolgorios que la imaginación humana invente, pero sin que este líquido, precioso y único, se derroche en una forma tan torpe y tan sin sentido. Debían existir cátedras sobre el agua que toquen el corazón de todos y se aprenda con claridad que este juego está basado en la más completa ignorancia e indiferencia hacia un porvenir absolutamente oscuro y sediento. Faltan 300 y pico de días para que estos torneos se repitan. Es decir tienen tiempo de hacer un programa en que el agua no se desperdicie, si realmente desean que mañana sus familias puedan vivir dignamente sobre este planeta.

sábado, enero 13, 2007

POPAYAN, CIUDAD DE VARONES ILUSTRES


POPAYÁN 470 AÑOS

(EL LIBERAL Sábado 13 DE ENERO DE 2007 - POPAYÁN)

*Ciudad verde


Popayán está ubicada en un sitio estratégico para el medio ambiente: la meseta donde se encuentra la ciudad es el paso necesario – por no decir obligado – de miles de especies animales que la atraviesan por aire y tierra desde el Parque Nacional Natural Munchique rumbo a su homólogo de Puracé, y de éste a aquel. Por eso nuestra ciudad es funcional en estos procesos migratorios, y desde siempre sirve de espacio de descanso, abrigo y alimentación a los animales viajeros. Sin embargo la tala de los bosques nativos; la siembra amplia de árboles foráneos; el secamiento y contaminación de lagunas, ríos, quebradas y humedales por la acción de los seres humanos, ha hecho casi imposible estas travesías a la fauna de nuestro departamento.

De ser un territorio verde nos convertimos en una ciudad de colores, que desde 1950 decidió pintarse de blanco para negar su vocación y diversidad. Hoy es necesario volvernos a vestir de esperanza. Los académicos señalan que la meseta de Popayán estaba poblada de Robles: hoy sólo pequeños bosques subsisten en espera de convertirse en carbón y desierto. Nos hemos empeñado en desaparecer a los reguladores naturales del principio de la vida: el agua. Reflexionemos... ¡Para qué tierra sin agua, para qué ciudad sin ella!.

En una labor de investigación documental encontré un texto del cronista Juan de Castellanos, quien asistió a la conquista del Nuevo Reino de Granada. Él narra en su libro “Elegías de Varones Ilustres de Indias” que en 1535 al llegar los españoles a la meseta de Popayán, encontraron que los indígenas a modo de Fuerte construían sus viviendas en medio de espesos guaduales, desde donde estratégicamente emboscaban a sus enemigos.

Esta referencia histórica con una visita y observación de un guadual, nos permite conocer la gran diversidad de flora y fauna que acoge este ecosistema, y nos da idea del verdor y riqueza de las tierras donde Popayán fue fundada.

Si hablamos con los abuelos, nos cuentan que de niños salían al campo o a los solares de la ciudad a cosechar “piojos, mocos, michinches, arrayanes, guayabas, guabas...” en fin una cantidad de frutos que hoy sólo son leyenda. Por eso es contradictorio que los barrios de la ciudad hagan homenaje con sus nombres a los árboles, pero dichas especies no existan en estas urbanizaciones.

Volver a ser el territorio cálido de colores que convivía con la fauna y la flora nativa, fortalecidos con el conocimiento que nos proporciona la ciencia y el desarrollo sostenible, nos permitirá disfrutar del mejor vividero del mundo: la verde y colorida ciudad de Popayán.

*Por William Abella Herrera





Ciudad turística


El sector antiguo de Popayán, patrimonio cultural colombiano que fue declarado Monumento Nacional mediante la ley 163 de 1959 es uno de los principales atractivos para los turistas.

Esta zona cuenta con edificios monumentales integrados a una serie de museos, casas históricas, iglesias coloniales y sitios de interés artísticos y culturales.

Las haciendas coloniales donde se evidencia la majestuosidad de la arquitectura de los siglos XVII Y XVIII es otro atractivo para el visitante. En la actualidad y gracias a los programas coordinados por la Policía de Turismo Cauca es posible realizar city tours y visitas a los sitios de interés de la ciudad acompañados por guías especializados.

Dos eventos congregan a los turistas anualmente: la Semana Santa con sus tradicionales desfiles sacros que ya cumplieron 450 años de historia y el Congreso Gastronómico que ha logrado en tan solo cuatro años, ubicar a Popayán como centro de la actividad gastronómica del país, rescatando así los valores culturales inmersos en la culinaria regional y nacional.



Ciudad histórica

Popayán está ubicada en el valle de Pubenza rodeada de las cordilleras Central y Occidental regada por los ríos Cauca, Molino y Ejido donde un 13 de Enero de 1537 fue fundada por el capitán Sebastián de Belalcázar. Antes de la llegada de los españoles habitaban este valle los aborígenes pubenenses de origen caribe provenientes de Tierradentro.

Desde la fundación la ciudad creció a partir de la plaza principal, alrededor se encontraba el cabildo, el gobierno, la iglesia y el comercio, casas dispuestas en cuadras formando un trazo arquitectónico ajedrezado atribuidos a Tales de Mileto en las ciudades mediterráneas para conseguir armonía en los volúmenes.

La arquitectura payanesa ha sido producto de los continuos desastres sísmicos sucedidos desde su fundación por ello se encuentran estilos del formativo colonial, mudejar, del barroco, neoclásico ecléctico, republicano y moderno caracterizado por la sobriedad y la elegancia.

Popayán gobernó hasta principios del siglo pasado 630.000 km2 del país y debido a la desmembración de su territorio que incluía los actuales departamentos de Nariño, Valle, Caldas, Choco, Putumayo, Caquetá y Amazonas quedó reducido al actual departamento que consta de 30.495 km2.

En el siglo XIX, el departamento ejerció el liderazgo de la Política y economía colombiana a la vez que modeló la estructura democrática y territorial de nuestro país. Por ello ha sido cuna de presidentes, políticos, militares, poetas, escritores, estadístas, santos y sabios y en general personas que han dado lustre al país.

En 1983 Popayán sufrió un sismo que dejo a la ciudad semidestruida, fue necesario restaurarla y hoy muestra un pasado, un presente y un futuro glorioso conservando su identidad de ser una ciudad de espíritu hispánico.



Elegías de Varones Ilustres de Indias’.

(Fragmento. Autor Juan De Castellanos)

“Crecida población en tierra llana,

Y de grata labor el campo llena:

Tierra de Popayán, de cuyas venas

Dorados granos daban manos llenas.



Era la fuerza deste principado,

Que Popayán tenía por segura,

Un espacio fuerte rodeado

De guadubas nativas y espesura

De cerca, que tenía cada lado

Sobre cincuenta pasos de anchura:

La cual cerca, demás de ser tan gruesa,

Era sobremanera muy espesa.



Son cañas altas, huecas, pero duras

Tanto que no terné con gran esceso

Comparallas en estas escripturas

A la dureza del humano hueso:

Largos cañutos son sus coyunturas,

Como muslo de un hombre lo más grueso;

Allí muy enhetradas y nacidas

De muchos años y de largas vidas.



Pues como viesen ir nuestros soldados

Los que dellos estaban en espera,

Siendo de centinelas avisados,

Del cercado que digo salen fuera

Cuantidad de tres mil hombres armados,

A fin de les tomar una ladera

Con posturas gallarda y lozanas,

Paveses, dardos, lanzas y macanas.”



*Este fragmento escrito en castellano del siglo XVI quizá constituya el primer escrito poético y descriptivo de la meseta donde fue fundada la ciudad de Popayán.

¿QUE CONOCE USTED DE POPAYÁN?


Hoy la capital caucana cumple 470 años

¿Qué conoce usted de Popayán?
(TOMADO EL LIBERAL, 13 enero de 2007)


1. ¿De qué vocablo quechua se cree que habría salido el nombre de Popayán?

a. Yanaconas

b. Pampanyán

c. Pakungá

d. Pampa



2. ¿Quién fue el primer alcalde de la ciudad?

a. Julio Arboleda

b. Camilo Torres

c. Pedro de Añasco

d. Francisco José de Caldas



3. ¿Quién fue el primer Gobernador y en qué año se nombró?

a. Sebastián de Belalcázar en 1540.

b. Jorge Robledo en 1537.

c. Juan de Ampudia en 1545.

d. Alonso de Fuenmayor en 1538.



4. ¿Qué calle de la ciudad se conoce como ‘Calle del Cuartel Viejo?

a. La carrera 10 entre calles segunda y tercera.

b. La calle quinta con carrera 14.

c. La carrera quinta entre calles séptima y doce.

d. La calle segunda entre carreras segunda y tercera.



5. ¿Quién dirigió la reconstrucción del convento de los dominicos en 1552?

a. Simón Shenherr, arquitecto alemán.

b. Gregorio Causi, maestro santafereño.

c. Marcelino Arroyo, arquitecto.

d. Roque González Escamilla, arquitecto.



6. ¿Quién esculpió la estatua de Sebastián de Belalcázar que permanece en el Morro de Tulcán?

a. Pietro Canónica

b. Ernesto Llamosa

c. Victorio Macho

d. Pinto Maldonado



7. ¿En qué fecha fueron inauguradas las ‘Tres Cruces’?

a. 3 de mayo de 1930

b. 13 de enero de 1917

c. 20 de julio de 1950

d. 26 de mayo de 1949



8. ¿Por qué se conoce al Puente del Humilladero con ese nombre?

a. Era un sitio en donde la gente oraba cuando entraba a la ciudad.

b. Era el lugar donde las personas padecían castigos.

c. La gente tenía que inclinarse durante su trayecto porque era muy inclinado.

d. a y c son versiones difundidas históricamente.



9. ¿De donde salió el apelativo de ‘patojos’?

a. Por un vocablo indígena asociado con el nombre de Popayán.

b. Por tradición.

c. Por el dolor que dificultaba caminar a causa de las niguas.

d. Ninguna de las anteriores.



10. ¿Quién lideró la construcción de la Torre del Reloj?

a. Monseñor Iván Antonio Marín.

b. El Obispo Cristóbal Bernaldo de Quiroz.

c. Monseñor Samuel Silverio Buitrado

d. Fray Antonio de San Pedro



11. ¿Cómo denominó el Maestro Valencia la Torre del Reloj?

a. El símbolo de Popayán

b. La torre de la Catedral

c. El campanario de la ‘Ciudad Blanca’

d. La nariz de Popayán



12. ¿Qué comunidad religiosa ocupaba el actual Hotel Monasterio hasta 1864?

a. Franciscanos

b. Agustinas

c. Dominicos

d. Sacramentinos



13. ¿Qué es la ‘Apoteosis de Popayán’?

a. Una estatua.

b. Un himno.

c. Un óleo.

d. Una obra teatral.



14. ¿Cuántas veces el Libertador Simón Bolívar estuvo alojado en la Hacienda Calibío?

a. En dos ocasiones.

b. Fue su sitio de alojamiento permanente.

c. Una vez.

d. En cinco ocasiones.



15. ¿Cómo se le conocía al escritor Julio Arboleda?

a. ‘El verbo de la Independencia’.

b. ‘El poeta soldado’

c. ‘El sabio’

d. a y b son correctas.



16. ¿Qué aspecto tenía el Morro de Tulcán’ antes de la instalación de la estatua de Sebastián de Belalcázar?

a. Una meseta.

b. Una pirámide prehispánica.

c. Una montaña.

d. Todas son correctas.



(*) Información seleccionada con la colaboración del escritor Edgar Penagos y Hedwig Hartmann, Directora del Archivo Histórico de la ciudad.

Respuestas

1. b, 2. c, 3. a, 4. d , 5. b, 6. c, 7. a, 8. d, 9. c, 10. b, 11. d, 12. a, 13. c, 14. a, 15. b, 16. b

POPAYAN 470 AÑOS HOY 13 DE ENERO


El cumpleaños de la ciudad
editorial EL LIBERAL
enero 13 de 2006



Siempre habrá un motivo de orgullo para afirmar que se ha nacido o que se vive en Popayán. La ciudad tiene un bien ganado nombre entre sus pares de Colombia, producto muy seguramente de una tradición que la enaltece, pero también por todo lo que significa como asiento de una comunidad que en múltiples oportunidades ha defendido con valor la libertad y la democracia.

Por fortuna aquí todavía no impone sus condiciones el estilo materialista que todo lo valora en términos del dinero, sino que se respeta la dignidad humana y se enaltece a quien lucha por sobresalir en el campo espiritual. Pruebas hay múltiples de esta manera de ser, de este talante de los payaneses, que a veces los insensatos confunden con la resignación o la indiferencia ante el progreso. Es un pueblo que sabe distinguir entre el vuelo del águila y el arrastre de las raposas.

Precisamente en el año que se inicia habrá conmemoraciones notables de fechas históricas que en su momento significaron la defensa de esos valores. Por ejemplo, en mayo el país celebrará los 50 años de la caída de la dictadura de Rojas Pinilla, una hora histórica en la que la actuación de los payaneses fue definitiva para dar al traste con un período en el que se conculcaron libertades fundamentales, así el golpe de estado que dio origen a la dictadura, fuera el fruto de los atropellos violentos contra las mayorías nacionales. Esta referencia podría parecer anecdótica, pero bien vale la pena traerla a cuento para significar y resaltar el talante de un burgo que en la historia ha sabido cumplir con entereza sus obligaciones con la patria, cuando esta ha sido vulnerada en sus fundamentos democráticos.

Hoy Popayán es un conglomerado urbano en bulliciosa transición. La migración le proporciona una nueva fisonomía que la transforma diariamente y le presenta el reto de asumir con responsabilidad los cambios que han devenido en todos los órdenes. Entender este proceso es el deber de quienes lideran la sociedad y de quienes activamente participan de los acontecimientos que definen a la ciudad de hoy. Por eso quienes aspiran a dirigirla en el futuro ( y esto es especialmente válido en un año que como el actual tiene calendada la renovación del gobierno local) deben formular propuestas creativas, que se salgan de lo rutinario y con responsabilidad e imaginación puedan transformar las actuales estructuras sociales y económicas para hacerlas más dinámicas y equitativas. No es ocultando la cabeza en la arena a manera de los avestruces, como puede encararse con éxito el futuro. Por el contrario, lo que se impone es un espíritu emprendedor que no le tema a aceptar retos y asumir responsabilidades.

Conserva por fortuna la ciudad su vocación de asiento de una prestigiosa Universidad, que es orgullo de la patria. A ser “ciudad del conocimiento” que es un concepto en nada opuesto al progreso y que redefine una vocación para la que Popayán está especialmente dotada. Vibra su pueblo con profundos acentos cuando comparte las expresiones de una cultura diversa y plena de oportunidades para el desarrollo. Y a pesar de que subsisten vastos sectores que afrontan una marginalidad afrentosa, existen indicadores que permiten afirmar que se va progresando en educación, en salud y en empleo, y que si todos nos empeñamos en sacar adelante proyectos de desarrollo, podremos ir remediando estos males sociales que no pueden convertirse en crónicos ni seculares.

470 años de historia constituyen un valioso patrimonio que ostentan pocas ciudades del continente. No es hora de extasiarse con el pasado, pero sí reconocerse en una vida cívica que sirve de soporte para afrontar el futuro con denuedo y valor. Es un momento para hacer un llamado a la unidad ciudadana. Y tal como lo afirmamos en recientes notas editoriales, a dejar a un lado rencores y envidias, empeñándonos todos en la tarea conjunta y siempre atractiva de valorar lo nuestro y poner al servicio del progreso y la justicia, las formidables energías espirituales que posee la ciudad.

ANALISIS CARNAVALES: LA VERGUENZA PATOJA



LA VERGÜENZA PATOJA
MARCO ANTONIO VALENCIA

El agua es un bien de dominio público, inalienable e imprescriptible, pero por culpa de la deforestación, la contaminación, la sobre explotación acuífera, por el calentamiento global, por los herbicidas, por la tendencia mundial a privatizarla, y porque hay un considerable aumento de la población, por todo eso y más, no se puede declarar carnavales cívicos dejando al libre albedrío el uso del agua para el juego, sin antes hacer una campaña agresiva de prevención, y sin hacer racionamientos concertados para evitar que se bote de manera indiscriminada como se hizo los días 4, 5 y 6 de enero en la capital del Cauca.
Ya es hora de redefinir el concepto de carnaval en Popayán, como lo han hecho en Quito y Pasto, donde se erradicó la costumbre de “echar agua” y se hacen jolgorios secos. Las fiestas de Pubenza con agua causaron daños al ecosistema y al derecho de la libre locomoción de las personas que no comparten esta nefasta tradición, que además viene acompañada de accidentes, riñas callejeras, abusos físicos y daños a bienes públicos y privados.
Aventar agua en carnavales no es un una costumbre sana, ni un derecho, ni una necesidad vital; se equivocan los que así piensan. Las fiestas se pueden hacer en paz y sin agua, porque la evidencia (fotos y vídeos de la prensa) muestran desmanes, daños y despropósitos. Por lo tanto, en esta ciudad hace falta un estatuto para el uso del agua dentro de las normas de ordenamiento territorial emanado desde el Concejo Municipal.
Cobrarle a toda la ciudadanía los desperdicios de agua me parece una decisión perversa, y otra desfachatez. El uso del agua es un bien común, pero el financiamiento colectivo de su desperdicio en las fiestas por conveniencias electoreras, o por la presión de pequeños grupos con sus intereses creados, no es ético, social ni políticamente.
La riqueza (hoy en día) de las naciones o de un pueblo esta en su agua, y lo que vimos en Popayán fue falta de compromiso oficial para educar, prevenir y controlar desmanes y derroche del precioso líquido. Por lo tanto, los entes de control público deberían investigar (de oficio) a los culpables del desgaste del agua, para pasarles – a ellos si-, la factura económica y ecológica por los daños causados.
Como ciudadano pido a la Alcaldía, al Concejo Municipal y al Acueducto de Popayán revisar su actuación en este asunto de acuerdo al Régimen Municipal, donde se los faculta a “reglamentar las funciones y la eficiente prestación de los servicios (públicos)”; y en especial el artículo que les ordena dictar “las normas necesarias para el control, la preservación y defensa del patrimonio ecológico y cultural del municipio”.
No puedo terminar la columna sin pedirles a los ciudadanos conscientes de la crisis del agua a nivel mundial, una sanción moral, a los ciudadanos que se dedicaron a “echar agua”, y para aquellos funcionarios que no cumplieron la ley o no la hicieron cumplir.

ANALISIS DE LOS CARNAVALES DE PUBENZA




Lucy Amparo Bastidas Passos

Carnavales de Pubenza



Confieso que en mis años de adolescencia tiré agua en los carnavales y me gustaba el jueguito ese. También era un deleite ir a toros y creía que sabía del asunto; además compraba pólvora para año nuevo.

Pero por fortuna hace dos décadas que no ‘tiro agua’, no compro pólvora y menos voy a toros. Los dejé al ver las consecuencias de las malas costumbres causantes de desastres humanos, ambientales y educativos. Veamos algunos daños.

El agua: Algunos dicen que ‘carnaval sin agua no es carnaval’ y otros decimos ‘hay que irse para libramos del encierro obligado de tres días’. Al regresar supe que los desmanes de tirar agua con grosería, le rompieron el tímpano del oído al camarógrafo de Unicauca Reynaldo Salazar por el impacto de un bombazo de agua; y por la misma razón hace años mi suegro perdió el ojo derecho. Seguro que hay centenares de casos más. La incivilidad nos deja atónitos. Y por el lado del valor económico y ambiental del agua ¿qué diremos?

La pólvora: Nadie dice que el espectáculo no sea llamativo, pero mirando los juegos pirotécnicos con una niña de 7 años, dijo ‘me gusta y no me gusta’, le pregunté por qué y contestó ‘porque es lindo, pero daña el aire’. Sin duda esta es recreación contradictoria, pues causa quemados con lesiones de por vida, aunado al daño ambiental. Se comprendió que la pólvora es nociva, ahora la ley castiga a los infractores.

Los toros: Se llama la ‘fiesta brava’, cruel con los animales; se ‘luce’ un espectáculo de violencia y sangre con los toros y los caballos. En tiempos de tanto crimen y agresión a las personas y a las otras especies ¿es moral mantener esta costumbre salvaje como ¡una diversión!?

Estas prácticas han sido parte de los carnavales en Popayán, pero no porque sean tradición son sanas. Este año la Junta Cívica Cultural de las fiestas de Pubenza avanzó en la organización del desfile del 4 de enero, con chirimías y silleteros, pero deberá analizarse a fondo el 5 y 6 de enero, sus objetivos, los logros y consecuencias de esas actividades. Conviene revisar los carnavales que son famosos y patrimoniales, como el de Venecia en Italia, el de Barranquilla o el de Pasto. Ninguno sobresale por actividades con agua, pólvora o toros, sino por la belleza, el orden, el respeto, la lúdica y la creatividad. Hay la obligación de replantear las costumbres insanas de los carnavales payaneses para que estén acordes con la blanca ciudad, culta e histórica, que hoy cumple 470 años.

ANALISIS FIESTAS DE PUBENZA




Aurelio Velasco Mosquera

Fiestas de Pubenza



Cada año se logran mayores y mejores resultados en el entretenimiento de la población durante su realización. Los esfuerzos de las partes involucradas reflejan datos positivos en lo lúdico y en lo participativo.

El aporte que brinda la Administración Municipal a las diferentes juntas de los barrios y el buen manejo que estas le dan sumado a sus particulares esfuerzos, colman proporcionalmente las expectativas del público interesado en apreciar las habilidades artísticas de los diseñadores y artesanos en sus carrozas, silleteros y taitapuros durante el desfile por las calles de la ciudad, esperando que año tras año se puedan lucir aún más en calidad, colorido e identidad. La participación de las juntas comunales en la elección de sus reinas es más concertada con su comunidad. Las presentaciones para lograr seguidores fueron altamente concurridas, efectivas y a la altura de cualquier otro evento local o nacional. Hay que destacar en éste año el sentido de pertenencia que reflejaron los diseños de sus carrozas al tomar como imagen los frentes de las Iglesias y bustos de personajes que con orgullo y respeto ostentamos como hijos Ilustres los caucanos, eso indica que verdaderamente se sienten como propios y que se quieren conservar sin importar el lugar de donde se provenga. Se reconoce que en la ciudad y en la región existen valores que hay que destacar, resaltar y apropiar como lo han hecho a través del tiempo sus nativos. Todo espectáculo sin excepción alguna fue agradable para el interesado. Todos tuvieron público permanente, objetivo ideal para su trascendencia, pero quizá lo que hay que destacar en ésta ocasión, es el hecho que se asumió un comportamiento mejor por parte del espectador y se respeto el objetivo propuesto, es cierto se presentaron uno que otro lunar que los afectó en cierta forma, pero el mismo público se está encargando ya de sancionarlo inmediatamente y evitar se repita. Se está tomando conciencia que es una fiesta de todos y para todos y que como tal debe comprometerse aún más todo espectador. Se puede para próximos años realizar los espectáculos artísticos y culturales que en un pasado no muy lejano se presentaban con mucho éxito. El desfile de reyes, el concurso de chirimías, las danzas y bailes populares, en fin, toda esa serie de actos que congregaban a propios y for áneos en ésta época tan importante para caucanos y visitantes durante toda la temporada vacacional, quizás poco a poco se vaya dando, eso esperamos.

La cabalgata, con una participación de más de ochocientos ejemplares de muy buena estampa y brío casi en su totalidad, conducidos por chalanes comprometidos también en hacer de ese recorrido un desfile agradable para los espectadores, nos demuestra que si se puede hacer y repetir cuantas veces se quiera porque no afecta en nada al público asistente y participante. Reconocimiento para los organizadores y chalanes.

La única corrida de toros que nos ofrece la bella Plaza Jorge Villamil tiene su público fiel y en número mayor cada vez. Toreros y toros de alta calidad comprometen sus esfuerzos para hacer una tarde agradable a sus espectadores. Debe repetirse, de seguro el respetable asistirá en la misma forma como se hizo presente en ésta ocasión.

Un año más para nuestra bella Villa de Belalcázar conmemorado por todo lo alto con bombos y platillos en castillos muy bien presentados, esto nos hace reflexionar a todos los que la habitamos sobre el compromiso que tenemos de un manejo profesional de toda pólvora, y el esfuerzo que tenemos que hacer desde cada una de nuestras perspectivas para que año tras año sean más acogedoras y seguras nuestras fiestas navideñas y de Pubenza. Buenas fiestas, preparémonos para las del año próximo.

viernes, enero 12, 2007

Contexto histórico fundación de Popayán




POAR: ÁLVARO GRIJALBA GOMEZ

Caminando hacia el futuro



Difícil, por no decir imposible, en los limitados renglones de una columna periodística, hacer un análisis profundo de los hechos y repercusiones histórico-sociales de la fundación de nuestra ciudad.

España afrontaba en ese entonces, una crisis económica y social como consecuencia de las guerras contra los moros, la reconquista y el ajuste de sus instituciones monárquicas, que encontró su tabla de salvación en 1492 con el descubrimiento del nuevo continente por Cristóbal Colón, apoyado y financiado por los Reyes Católicos.

Las grandes riquezas de oro, plata, especias, piedras preciosas y otras, atrajeron el interés de la Corona, para integrar al viejo mundo de entonces el nuevo continente descubierto, hacerlo parte de su territorio y expandir su imperio.

Hace cuatrocientos setenta años, en 1537, llegaron con sus hombres, a este hermoso y fértil valle de Pubén, que habitaban los tranquilos y laboriosos pubenenses, los lugartenientes de Sebastián Moyano de Belalcázar, Juan de Ampudia y Pedro de Añazco, provenientes del Imperio de los Incas, para montar su asentamiento conquistador y el día 13 de enero del mismo año, cumpliendo órdenes de Belalcázar, establecer aquí la capital de la nueva provincia creada.

Los primitivos habitan­tes sucumbieron ante la inmisericorde arremetida de los conquistadores, quienes destruyeron gran parte de ese patrimonio que desde hacia más de dos siglos y medio atrás, habían construido con ingenio, creatividad, organización y esfuerzo esos ancestros.

Empieza una nueva era, los aborígenes son sometidos y esclavizados, se va formando otra sociedad impregnada del espíritu español que llegó con las tres carabelas, se implanta un nuevo régimen, las razas se cruzan, los españoles traen consigo costumbres y modos de vida diferentes, aparecen otras clases sociales, otros valores, por fortuna la doctrina social de Cristo llega como bálsamo mitigador traída por virtuosos religiosos, y se va creando otra estructura social, espiritual y cultural que es el legado de la conquista hispánica que hoy conmemoramos.

Así nació Popayán, nues­tra entrañable Ciu­dad, en la que vivimos hoy, con todos sus problemas y potencialidades, la que queremos llevar hacia su desarrollo integral, con propuestas serias y viables que nos permitan seguir caminando hacia el futuro, dentro de los parámetros de la realidad y la modernidad social.

La historia tiene que seguir su curso sustentada sobre las cosas buenas que ella misma nos ha traído, aprovechando los legados que hoy constituyen nuestro patrimonio como resultante de la fusión de valores culturales, étnicos, religiosos, costumbristas, humanos, patrióticos, científicos, intelectuales, sociales y morales, que hacen de nuestra Popayán, una Ciudad que camina altiva hacia un promisorio futuro, con el que debemos estar comprometidos todos!

jueves, enero 11, 2007

Lo bueno y lo malo de Popayán


Horacio Dorado Gómez

Otra ofrenda floral a Sebastián de Belalcázar en el cumpleaños de la bien amada ciudad, más envejecida, maltratada, y abandonada.

Como siempre, unos hijos ricos y gordos, y otros pobres y desnutridos. De Popayán se atreven a contar públicamente sus virtudes, pero no a confesar sus pecados. Sin tapujos digamos lo bueno y lo malo de Popayán.

Lo bueno: el entorno geográfico, sus cerros tutelares de donde la panorámica deja notar su belleza. El clima, “pareciera inventado por los poetas”. Ni muy frío, ni demasiado caliente. El aire aún limpio, más descontaminado que las grandes ciudades. Los barrios viejos y su arquitectura colonial resistiendo el abuso. Los ladrillos, los portalones. Los faroles como luciérnagas alineadas, en las noches lúgubres. Los cielos de arreboles, y atardeceres crepusculares. La gente buena, el “patojo” raizal, en vía de extinción; los que conservan modales haciendo parte del estilo chapado a la antigua. El Popayán de antaño, con su esplendor, reflejado en el don de sus gentes. La calidez humana, amigable. La cultura, las sanas costumbres, el respeto por el otro, por la mujer, por los niños, por la edad. La palabra como regla de oro. La palabra empeñada, cuando se habla de honorabilidad, no la moderna y opaca ´transparencia´ de hogaño. La ciudad bonita y blanca. La gente que por la mañana no hace nada y por la tarde descansa, los que viven hablando de blasones y escudos. Es el sello inconfundible de la otrora Ciudad Colonial.

Lo malo: Popayán, madre de foráneos y madrastra de sus propios hijos. Aquí caben todos, y los que quieran llegar. La vulgarizaron, le cambiaron las costumbres. La democracia asfixiante, utilizando los cargos como trampolín político, y su huella en las vías, cual cráteres del Puracé en las históricas calles. Ollas quebradas, raspadas y memorias olvidadizas. Falta de civismo, y de respeto por los demás. Despilfarro del líquido vital. Caos automotor, por el enjambre de buses adueñados de las idílicas calles. Popayán de fiesta, mientras el asilo San Vicente de Paúl a la deriva. Bribones encorbatados alojados en calles y palacios del centro histórico. Desordenado crecimiento de la ciudad: `armónica` planeación y un amplio `sentido` de pertenencia por el pasado histórico y cultural. Aniversario 470 sin florecientes fábricas, ni grandes empresas productivas que reduzcan el desempleo. Es el símbolo de la pauperización del 80 por ciento de sus hijos, reflejada en barrios subnormales, miseria en los andenes, en esquinas, y semáforos; mientras los hijos ricos, las autoridades y el periodismo, se cubren los ojos con el antifaz de la indiferencia.

Civilidad: Profesar amor por la ciudad

miércoles, enero 10, 2007

470 AÑOS DE HISTORIA




POR: DIEGO FERNANDO SANCHEZ VIVAS
El 13 de enero de 1537, el conquistador español Sebastián de Belalcázar, declaró fundada la muy noble y muy leal ciudad de Popayán.

Así lo refiere el investigador e historiador payanés José María Arboleda LLorente en su interesante texto “Popayán a través del Arte y de la Historia”. Relata el investigador, que bajo el amparo y protección de Nuestra Señora de Reposo o de Tránsito, el octavo día después de la Fiesta de Reyes, se fundó la ilustre ciudad, la cual fue cabecera de la Provincia de Popayán, y que con el correr del tiempo, se convirtió en uno de los principales centros sociales, políticos y culturales de nuestra patria.

“ Al fundar la ciudad, situóse el conquistador al occidente del Cerro de la Eme, del lado de Tulcán, aprovechando las mismas habitaciones de los indios, cuyo recinto rodeó al punto de una fuerte estacada de guaduas, sin incluir la parte que se ha llamado La Pamba, por haber quedado abierta, pues hasta el 9 de abril en que se distribuyeron solares a los españoles, éstos empezaron a construir sus propias casas alrededor de la actual Plaza de Caldas y de la primera capilla que en su manzana sur se alzó” Con este párrafo de antología puntualiza el investigador tal acontecimiento histórico.

Sobre la fecha de fundación de nuestra ciudad, Jaime Vejarano aclara en su libro “ Popayán, Relicario de Colombia”, que el 24 de diciembre de 1536, el capitán Juan de Ampudia ocupó con sus soldados un sitio llamado la Loma del Azafate donde habitaba el cacique Yassquen, para que Sebastián de Belalcázar viniera a fundar la ciudad. El 13 de enero de 1537, después de haber sometido a los nativos, Belalcázar como Teniente General de Francisco Pizarro entonces Gobernador del Perú, fundó a Popayán, según consta en el libro de cabildo más antiguo que se ha encontrado. Meses más tarde, el 15 de agosto del mismo año, Día de la Asunción, se solemnizó la fundación en ceremonia de la inauguración que incluyó una misa celebrada por el presbítero García Sánchez en un sencillo templo levantado como catedral. En la misma fecha se instaló el primer cabildo.

Repasando textos sobre la historia de la ciudad, nos encontramos da­tos como que el primer alcalde de Popayán fue el tristemente célebre Pedro de Añasco, al que sucedió Jorge Robledo; que el Escudo de Armas de la ciudad fue otorgado mediante Real Cédula dada en Valladolid el 10 de noviembre de 1558, y que la palabra Popayán, probablemente tiene origen en el Cacique Payán a quien los nativos lo llamaban Popayán, utilizando el nombre de Pop de origen Quiché que significa trono o rey.

Sin lugar a dudas, la historia de esta hermosa ciudad de Popayán, está adornada de páginas gloriosas que se entrelazan con la historia misma de nuestra patria. Hoy por hoy, 470 años después de su fundación, Popayán recibe los nuevos tiempos con un legado histórico invaluable y un futuro pro­misorio. Saludemos entonces con el inefable orgullo de ser payaneses, a nuestra ciudad en su efemérides.

Popayán destruido y no fundado por Belalcázar



POR: FRANCISCO JOSÉ VARONA MUÑOZ

Popayán destruido y no fundado por Belalcázar



La alcaldía esta preparando un año más de fundado Popayán por el analfabeto Sebastián Moyano, natural de Belancazar, España.

En el primer milenio los asiáticos entraron a la Polinesia, luego por el mar a las costas caucanas y es, el antecedente de la historia de los Pubenenses fundadores de El Imperio Confederado de los Pubenenses cuyos territorios eran, el centro y norte del Cauca; Jamundí y Pradera en el Valle; desde Gigante hacia el sur en el Huila. Las tribus nombraban su cacique que integraba el Gran Consejo del Imperio, su capital Pubens, hoy Popayán. El gran Cacique Pubens creó su ejército y su función, cuidar al Imperio y especialmente a su capital. El cacique Mastales construyó fortaleza en Pambío, hoy Las Cruces, para defenderse de los caníbales Patías y Bojoleos. El cacique Pisitao construyó la del norte en Santa Martha (Morales) para defenderse de los Petequíes. El cacique Yambitará se lo dejó en Pubens y su ejército salía auxiliar a la fortaleza atacada. El cacique Guacacallo su fortaleza en Cambís, (Huila).

En Pubens la industria mayor: tejidos de algodón para vestidos, jigras, redes, sogas. El Pubenense era bien vestido y no como aparecen en el cuadro Apoteosis de Popayán de Efraín Martínez y lo cual fue un símbolo como lo es, la mujer que representa el rayo en dicha hermosa obra. Seguía la industria de la cerámica: trastos, ollas, vasijas, platos, jarros. La industria de la fundición del oro: petos, brazaletes, cintillos y narigueras. La agricultura se adelantaba por mingas y era de toda la comunidad: maíz, papas, carne de animales de monte, ulluco, plátano, yuca, pepas de monte, batatas, arracachas. La vivienda era respetada su propiedad y tenía huerto para pancoger y yerbas medicinales.

El gran constructor y reformador fue el cacique Pubens y el Imperio aceptó ponerle a la capital: Pubens. Para unos tenía 40.000 habitantes y para otros cien mil. Se extendía desde “Barro­plateado”, El Ejido, Los Sauces, Calicanto, La Pamba, Los Tejares, Pomona, Gelima y el cerro de la M o Tres Cruces. En el Azafate hoy Molino de Moscopan, se levantaba el palacio de gobierno de Pubens y en colina de Buena Vista hoy Loma de Cartagena estaba el templo del dios Caluche quién ayudaba y castigaba a los hombres. El 5 de diciembre de 1535 el sevillano Pedro de Añasco puso fuego al templo e inició la destrucción del Imperio de Pubens. Los españoles destruyeron a Pubens y no la fundaron ni construyeron. Pascual de Andagoya, Pedro Cieza de León, Juan de Castellanos, Fray Pedro Simón y el padre Velasco indican que la organización y construcción de Pubens estaba 240 años antes de la llegada de Sebastián de Belalcazar.

Los españoles el 13 de enero de 1537, no fundaron ni construyeron a Popayán, la destruyeron en gran parte, y los Pubenenses la reconstruyeron bajo el látigo y el yugo español. Así lo afirma el investigador Carlos Vergara Cerón en su libro “Los Pubenenses”.

domingo, enero 07, 2007

LOS SALVAJES salen de sus casas

ESTOS CARNAVALES son una vergüenza social

No puedo compartir la forma de celebrar que tienen los payaneses. Toda la incultura manifiesta se hace presente en los carnavales. La gente se transforma en animales salvajes, maltratan, abusan, se dejan manosear, ensuciar. El licor, las drogas y la grosería salen a flote. No respetan a nadie que ose pisar las calles.

Mientras tanto, se inaugura una nueva modalidad: el secuestro social, pues la gente que no quiere jugar, o no comparte la brusquedad, se debe quedar encerrada en sus viviendas. Y no es justo que la respuesta de los bárbaros sea "que no salgan", porque es un atentado social contra los derechos civiles el respeto a los demás, el libre desarrollo de la personalidad y el libre derecho para la movilidad.

AGUA Y ALEGRIA POR TODOS LADOS en las fiestas de PUBENEZA





viernes, enero 05, 2007

JUEGOS DE AGUA POR CARNAVALES





5 de enero día de negritos en los carnavales de POPAYÁN






Nada que nuestros líderes sociales pueden desterrar la costumbre de echar agua los días 5 y 6 de enero en Popayán, con motivo de las fiestas de blancos y negros.

Por ese motivo del agua, muchos creemos que las fiestas son un fiasco, mucha gente se abstiene de participar permaneciendo "secuestrados" en sus propias residencias y dejando de asistir a los actos culturales que se programan.

Los que juegan aluden a una costumbre, que carnavales sin agua no son fiestas, pero da grima, que se gaste tanta agua si en el mundo hace falta el líquido tan precioso por un lado, y que no se tengan normas de respeto hacia las personas que no asten jugando. La consigna es lastimar jugando a los hombres y niños y manoseando las mujeres.

Los jóvenes salen en hordas a dejarse mojar, a jugar con mangueras, ya sea a pie o en carros destapados para pasar un día de locura, alcohol y rumba. Así mismo, desde las casas de familia en los barrios populares la gente tira agua con ollas, bombas y baldes a sus vecinos y transeúntes.

Bueno, así se viven nuestros carnavales, es "la costumbre",que seguro muchos en el extranjero han de extrañar o de extrañarse por tan singular manera de hacer un carnaval.

jueves, enero 04, 2007

iamgenes del carnaval Blancos y negros en POPAYÁN





Este año, el aporte de los silleteros fue fundamental para darle colorido y gracia a las tradicionales fiestas de Blancos y negros de nuestra ciudad.

Las chirimias igualmente pusieron la nota de alegría y pusieron a bailar a más de uno cuando las carrozas fueron pasando por los diferentes barrios de la ciudad hasta llegar al parque Caldas.



(Popayán, 4 de enero de de 2007). Con un gran desfile de comparsas, reinas, silleteros, artesanos, disfraces y chirimía comenzaron las fiestas tradicionales de carnaval en la capital del Cauca.







Estas fiestas de blancos y negros que incluso son más antiguas que las de Pasto, este año recobran su entusiasmo, después de que por causa de la costumbre de “echar agua” a los transmutes de forma indiscriminada y violenta habían perdido lucimiento y se habían visto opacadas.


El desfile de hoy ha permitido ver un sentido de pertinencia por la tradición y la ciudad, la asistencia al desfile ha sido masiva. El colorido, el folclor y la música han sido llamativos para propios y extraños porque la Junta Cívica Cultural se ha propuesto recobrarlas y convertirlas en una de las mejores del país porque sabe que a través de ellas se genera turismo, comercio y alegría para todos los ciudadanos.

Las fiestas terminan el 12 de enero, cumpleaños 470 de esta ciudad.

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